sábado, 30 de noviembre de 2013

desmovilizacion en equipos de 1ªrespuesta

Las Emergencias y Desastres han originado todo un nuevo campo en la Psicología, esto es, la Psicología de Emergencias y Desastres, que se sustenta en un amplio bagaje de investigaciones y constructos teóricos, que han ido evolucionando desde principios del siglo pasado. Desde los primeros estudios de tipo eminentemente descriptivos, individuales y clínicos, se han realizado trabajos con enfoques de corte sociológico y psicosocial, y se ha llegado a propuestas de técnicas específicas de intervención y modelos de respuesta, estableciéndose programas de atención, y en algunos casos redes nacionales de psicología para dar servicios y ayuda a las víctimas, desarrollando planes de respuesta para intervención en crisis, accidentes, emergencias y desastres. Se trabajó de esta manera con: sobrevivientes de accidentes en mina, de terremotos, de incendios, naufragios, bombardeo atómico, inundaciones, enterrados vivos, en peligro de muerte inminente, tormentas, erupciones volcánicas, atentados terroristas, accidentes aéreos, automovilísticos, suicidios, equipos de primera respuesta, entre otros.
En nuestro país se han realizado también varios esfuerzos por estudiar el comportamiento humano en emergencias y desastres, siendo el primero de ellos el que realiza el Dr. Raúl Jerí (terremoto de 1970) quien describe las perturbaciones psicológicas observadas en los desastres y la importancia de tratarlas rápidamente; coincidiendo con los postulados de Kinston y Rosser (1974) que opinaban sobre la necesidad de la presencia de profesionales en salud mental en el área del desastre.
En la década de los 90, se realizan algunas investigaciones psicológicas de corte descriptivo (terremoto de Rioja 1991, inundación del Río Rimac 1996, impacto del fenómeno de “El Niño” 97-98). En 1996, el psicólogo S. Valero, después del accidente del avión Faucett en Arequipa, intenta por primera vez en el país, realizar un estudio en los integrantes de los equipos de primera respuesta que participaron en la recuperación de los cuerpos del accidente.
Psicólogos de la Sociedad Peruana de Psicología de Emergencias y Desastres (institución creada en 1999), intervienen en la zona sur del país luego del terremoto de junio 2001. Los psicólogos capacitados en emergencias y desastres, desplegaron trabajos y difundieron técnicas específicas de intervención. Luego vendrían los acontecimientos de diciembre 2001, en el centro comercial de Mesa Redonda, que llevó a la Sociedad de Psicología a participar en el incidente como organismo integrador y líder de los esfuerzos destacados de psicólogos y voluntarios en la Morgue Central de Lima. Han asistido a víctimas, familiares, equipos y voluntarios, aplicando técnicas y procedimientos psicológicos adecuados a las situaciones de emergencia y desastre. Hoy, los miembros de la Sociedad de Psicología, continúan con su labor de capacitación, investigación e intervención, capacitando a psicólogos de diferentes instituciones. En noviembre 2002, realizaron el I Congreso Latinoamericano de Psicología de Emergencias y Desastres.
El conocimiento, de las reacciones psicológicas de las víctimas se basa en un conjunto de conceptos y constructos teóricos que van desde el modelo del estrés basado en las respuestas psicológicas de los individuos durante situaciones de desastres o eventos traumáticos elaborado por Janis (1954); los descubrimientos de Selye y su Síndrome General de Adaptación (1976); el enfoque taxonómico de las consecuencias del estrés de Cox (1978), que abarca los efectos subjetivos, conductuales, cognoscitivos, fisiológicos y organizacionales, hasta los descubrimientos del Estrés Trauma y su capacidad para el cambio del contenido bioquímico cerebral (Jhon Everlin, 1997). Así mismo, el incidente crítico en estrés, el estrés agudo y el estrés postraumático.
Otro de los ejes que sustentan las estrategias de intervención en emergencias y desastres son las teorías de la crisis de Gerald Caplan (1964), Baldwin (1979), Lazarus (1980), Slaikeu (1984) entre otros. Y dentro de la teoría general de la crisis, el concepto de las “crisis circunstanciales de la vida” de Lindemann (1944) y Karl Slaikeu (1988) que las describen como inesperadas, con calidad de urgencia, tener un impacto potencial sobre comunidades
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enteras e incluir los conceptos de peligro y oportunidad; características que son comunes a toda situación de emergencias y desastres. Junto a estos conceptos están las teorías sobre el manejo del duelo (Kübler-Ross 1969), la experiencia con las víctimas de la erupción volcánica de Armero en Colombia (Isa Fonnegra 1985), y las del atentado a la colonia Judía en Argentina (Jacinto Imbar 1997).
Complementando estos conceptos está el postulado de clasificación de las víctimas sostenido por Taylor y Frazer (1981-1987). Así se clasifica a las víctimas como: víctimas de primer grado a las que sufren el impacto directo de las emergencias o desastres, con pérdidas materiales o daño físico; víctimas de segundo grado, los familiares o amigos de las anteriores, víctimas de tercer grado (víctimas ocultas) constituidas por los integrantes de los equipos de primera respuesta; víctimas de cuarto grado, la comunidad que se ve afectada en su conjunto; víctimas de quinto grado las personas que se enteran de los sucesos por medio de los medios de comunicación; y víctimas de sexto grado, aquellas que no se encontraban en el lugar de los acontecimientos por diferentes motivos.
El personal de primera respuesta (bomberos, paramédicos, rescatistas, médicos, psicólogos, policías, personal de defensa civil, voluntarios y otros), son víctimas ocultas que de alguna u otra forma se afectan ante una situación de emergencia o desastre.
El tipo de trabajo que realizan, los expone a demandas extraordinarias de tiempo, a condiciones especiales propias del trabajo y a emociones intensas por su labor con personas en situaciones difíciles.
Parte de su trabajo consiste en la posibilidad de enfrentar experiencias de muerte, excesivo sufrimiento humano, el accidente serio mientras está en acción, incidentes de causas múltiples, muerte o accidente grave o heridas de niños o de un compañero, las condiciones del accidente o desastre, las situaciones que amenazan la integridad física, la falla en la misión. Todas estas condiciones, propias del trabajo de primera respuesta, pueden producir una serie de reacciones físicas, emocionales, conductuales y cognitivas que potencialmente pueden interferir, en las habilidades para actuar en el lugar de las operaciones en forma inmediata, en el posterior retorno a la rutina laboral y familiar, o experimentar síntomas que se reflejan en una interacción negativa con el lugar de trabajo, el equipo y las víctimas a las cuales tiene que atender: este es el estrés del personal de primera respuesta.
El Centro Comercial de Mesa Redonda, está ubicado en el cercado de Lima. Allí se distribuyen y comercializan todo tipo de mercadería. Era común adquirir en esos lugares, los fuegos artificiales que se detonarían en las fiestas de fin de año. En esos días más de 5,000 personas acudían a este lugar, congestionándose las calles por la masiva asistencia y el comercio ambulatorio. Por el inapropiado almacenamiento y la venta sin control de estos artefactos, el 29 de Diciembre del 2001, se produce un
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dantesco incendio originado por la inflamación violenta de 20 TM de pirotécnicos, que produjo el fuego simultáneo en más de 10 edificios y ocasionó no sólo enormes pérdidas materiales y sino también la pérdida irreparable de cerca de 300 personas (más del 70% de ellas irreconocibles), un número indeterminado de desaparecidos y centenares de heridos.
Esto motivó el congestionamiento de la Morgue Central de Lima que, junto con los centros de salud no se dieron abasto. Es así como se convoca a la Sociedad Peruana de Psicología de Emergencias y Desastres (SPPED) quien se encarga de liderar las acciones de los profesionales psicólogos y voluntarios que acompañaban a los deudos en el doloroso trámite de reconocer a las víctimas. Durante la intervención, los miembros de la SPPED aplicaron a los familiares e instruyeron a los equipos asistentes, sobre técnicas psicológicas de duelo y se intervino a los concurrentes y miembros de los equipos de respuesta presentes que requerían apoyo psicológico.
El presente estudio se origina a partir de la preocupación por contar con un estudio riguroso sobre el impacto que produce una situación de desastre como la del incendio de Mesa Redonda, ocho meses después de ocurrido, en la salud bio-psico-social de los equipos de primera respuesta.
Esta reflexión nos ha hecho considerar ciertas reacciones ante el estrés que pueden presentarse inmediatamente, después y aún se presentan en estos trabajadores. Dichas reacciones pueden ser a niveles: físico, emocional, cognitivo, conductual y cambio de vida.
Para el logro de este propósito se trabajó con un equipo interdisciplinario de primera respuesta que participó en el incendio de Mesa Redonda y en otros eventos. Se confeccionó una Hoja de Datos Personales y un Cuestionario con preguntas específicas sobre reacciones inmediatas y posteriores ante el estrés luego del incidente de Mesa Redonda. La confección del cuestionario pretende contribuir con un instrumento para la evaluación de reacciones de estrés en equipos de primera respuesta. Asimismo se distribuyó una Guía de Primeros Auxilios Psicológicos, con la finalidad de orientar e informar a los emergencistas participantes.
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OBJETIVO
El presente estudio es un primer intento que pretende evaluar las reacciones de estrés en los equipos de primera respuesta, ocho meses después de haber participado en un desastre como el de Mesa Redonda y en otros eventos similares.
Objetivos Específicos.
Los objetivos específicos lo constituyen la evaluación del grado de afectación con sensaciones físicas, emocionales, cognitivas, conductuales y cambio de vida. Se indaga acerca de la aparición de las mismas, si se presentaron de forma inmediata, demoraron o actualmente aún les afecta, el estrés causado por el trabajo en emergencias y desastres.
METODO
Constituyeron la población estudiada, 26 hombres y mujeres, miembros de un equipo interdisciplinario de primera respuesta que intervino en el incendio de Mesa Redonda y en otros eventos como el incendio de la discoteca Utopía, accidentes de tránsito, incendios y otros. Las personas estudiadas (Profesionales y personal del sector salud) además son especialistas que han recibido capacitación en la atención de emergencias y desastres, y constituyen un equipo interdisciplinario de primera respuesta, que funcionan en la ciudad de Lima. De edades comprendidas entre los 28 y 56 años, con una edad promedio de 41 años; 17 de sexo masculino y 9 de sexo femenino; 18 casados, 6 solteros, 1 separado. Con un promedio de 15 años de servicio en una institución de salud. Está compuesto por: Médicos, Psicólogos, Odontólogos, Enfermeros, Obstetrices, Personal técnico, Choferes de ambulancia, Personal administrativo, Vigilantes.
Instrumentos Aplicados
1. Se aplicó una Hoja de Registros para consignar los datos personales de los participantes (nombre, edad, profesión, estado civil, ocupación), así como aquellos datos que consideramos necesarios para una mejor descripción de la muestra.2. Se confeccionó un Cuestionario con preguntas abiertas, para registrar las reacciones al estrés. Este evalúa la afectación por sensaciones físicas, emocionales, cognitivas, cambios de conducta y cambio de vida que se hayan presentado de inmediato, después y que aún se presenten, luego de su intervención en el evento de Mesa Redonda y en otros eventos similares.
3. Se elaboró y distribuyó una Guía de Primeros Auxilios Psicológicos, entre los integrantes de la muestra. Esta Guía tiene como objeto explicar lo que es el estrés y las reacciones que se pueden presentar en los equipos de primera respuesta, con algunas sugerencias y recomendaciones.
Procedimiento
Al participar como facilitadores en la Desmovilización psicológica de un equipo de primera respuesta que había intervenido en el incendio de Mesa Redonda y otros eventos, se aplicó a los asistentes, en forma colectiva, la Hoja de datos y el Cuestionario elaborado para tal ocasión. El tiempo empleado para la aplicación fue de aproximadamente una hora. Los participantes fueron informados previamente del objetivo de la evaluación y se les garantizó la confidencialidad de sus resultados. Al finalizar, se distribuyó la Guía de Primeros Auxilios Psicológicos como información adicional para el entrenamiento de los participantes.
Procedimos luego a la tabulación de los datos y a su manejo estadístico.
Para este estudio, hemos empleado medidas de tendencia central, tales como media aritmética y porcentajes. Se han optado por los porcentajes para el análisis e interpretación de datos.
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RESULTADOS
Presentamos a continuación los resultados obtenidos en la evaluación psicológica realizada a 26 integrantes de un equipo interdisciplinario de primera respuesta, pertenecientes a una institución de salud de Lima.
La Tabla 1, nos muestra la distribución porcentual de los integrantes que participaron en el incendio de Mesa Redonda y en otros eventos similares
Tabla 1: Intervención en emergencias y desastres además del incendio de Mesa Redonda.
Eventos en los que intervinieron
Porc.
Mesa Redonda
100%
Incendio de bus en Chincha y discoteca Utopía
31%
Accidentes de Tránsito
15%
Escape de gas, derrame material tóxico
8%
Atención emergencias hospitalarias
8%
Explosión de mina, medidor eléctrico
8%
Muerte de un niño
4%
Víctimas de terrorismo
4%
Reconocimiento de un compañero muerto
4%
No ha participado en otros eventos
19%
El Gráfico 1, nos muestra la distribución de los porcentajes de participantes que intervinieron en otros eventos, además del incendio de Mesa Redonda en donde trabajaron el 100% de ellos. Así observamos que el 81% ha intervenido en otros eventos fuera del de Mesa Redonda y el 19% primera vez que participa en un evento de este tipo.
Gráfico 1: Distribución en porcentajes de participación en otros eventos, además del incendio de Mesa Redonda. PARTICIPACION EN EVENTOS SIMILARES81%19%Ha participadoNo haparticipado
En la Tabla 2 podemos observar los porcentajes de integrantes que dicen haber superado el evento. Observamos así, que el 73% pudo superar el evento de Mesa Redonda, el 4% no lo ha superado y un 23% no precisa si lo superó o no lo superó.
Tabla 2: Distribución en porcentajes de participantes que reporta si superó o no superó el estrés por haber participado en el incidente de Mesa Redonda.
Superó o no el evento
Porc
Superó el evento de Mesa Redonda
73%
No superó el evento de Mesa Redonda
4%
No precisa
23%
La Tabla 3 nos muestra cómo superaron el estrés. Así tenemos que el 23% de ellos dice que los superó compartiendo sus vivencias con otros, con familiares y compañeros. El 12% lo superó con ayuda profesional (médicos, psicólogos). Otro 12% dice que lo superó con apoyo de la iglesia o la religión. El 8% dice que lo superó con pasatiempos, deportes y/o actividades recreativas. Otro 8% lo superó con fuerza de voluntad, olvidando poco a poco y el 4% utilizando la imaginación.
Tabla 3: Cómo superó el evento
Formas de superarlo
Porc.
Compartiendo vivencias con otros, familiares, compañeros
23%
Con ayuda profesional
12%
Con el apoyo de iglesia, religión
12%
Pasatiempos, deportes, actividades recreativas
8%
Fuerza de voluntad, olvidando poco a poco
8%
Con la imaginación
4%
Se procedió a evaluar las reacciones al estrés y observamos (Gráfico 2) que se presentaron diferencias significativas en cuanto al Impacto psicológico, de tipo: Emocional (85% afectado y 15% no afectado), Cognitivo (73% afectado y 27% no afectado), físico (62% afectado y 38% no afectado), en comportamiento (58% afectado y 42% no afectado) y cambios en su vida (54% afectado, 31% no afectado y 15% no especifica)
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Gráfico 2: Distribución en porcentaje del Impacto Psicológico presentado luego de participar en el incendio de Mesa Redonda IMPACTO PSICOLOGICO62857358541501020304050607080901002. Emocional3. Cognitivo4. Comportamiento5. Cambio de vidaSiNo?
3815274231
En lo referente a las sensaciones físicas, el 62% responde que sí fue afectado por el incidente de Mesa Redonda. El 38% reporta que no presentó estas sensaciones (Gráfico 3).
Del total de afectados, un 55% dijo que presentó sensaciones físicas de inmediato, el 13% demoró en presentar estas reacciones, y el 19% dice que aún le afecta. El 13% no menciona que presentaran reacciones físicas ante el incidente de Mesa Redonda (Gráfico 3).
Gráfico 3: Distribución en porcentaje del momento en que se presentaron sensaciones físicas AFECTADO CON SENSACIONES FÍSICAS55%13%19%13%de inmediatodemoróaún le afectano mencionaAfectadoSi = 62%No = 38%
Las sensaciones físicas reportadas se presentan en la Tabla 4. Allí podemos observar que el 27% presentó asco, nauseas a ver u oler carne u olores fuertes. El 15% presentó trastornos digestivos, el 8% falta de apetito, otro 8% presentó alteraciones en el sueño y un 4% presentó migraña o dolores de cabeza.
Tabla 4: Reacciones físicas reportadas por el grupo que dijo que sí las presentó luego del incendio de Mesa Redonda.
Tipos de reacción
Porcen.
Rechazo, asco, náuseas al ver u oler carne u olores fuertes
27%
Trastornos digestivos
15%
Falta de apetito
8%
Alteración en el sueño
8%
Migraña o dolores de cabeza
4%
No menciona
13%
Acerca del aspecto emocional, el 85% de la muestra reporta haber sido afectado a este nivel por el incidente de Mesa Redonda. Un 15% dice que no lo fué. En el Gráfico 4, observamos la distribución de los porcentajes de sólo los afectados, que señalan el momento en que presentaron estas sensaciones. De ellos, un 68% reporta haberlas presentado de inmediato, un 5% demoró y al 27% aún le afecta.


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sábado, 23 de noviembre de 2013

manejo de duelo en situacion de desastre

Por tal razón, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha hecho
una importante contribución con la elaboración colectiva de este manual
sobre el manejo de cadáveres en situación de desastres, el cual da una serie
de orientaciones esenciales para establecer una adecuada recuperación y
levantamiento de los cadáveres, independientemente
de su número. La obligada identificación de los cuerpos nunca debe ser apresurada y es necesario
agotar todas las posibilidades para lograrlo. También es imprescindible
una disposición transitoria y final de los cuerpos sin vida que respete el
proceso de luto para sus familiares y les permita disponer de un entierro
digno de acuerdo con sus creencias y costumbres. La identificación de los
cuerpos y el manejo del duelo son de
fundamental importancia para no
provocar daños legales posteriores
y un sufrimiento innecesario a los familiares.
Si bien existe un arraigado mito, apoyado culturalmente por postulados
higienistas que consideran los
cadáveres como sucios y transmisores de enfermedades, la OPS defiende las siguientes premisas:
– los cuerpos sin vida resultado de un desastre no constituyen un riesgo
infeccioso;
– nunca se debe enterrar a los cadáveres
en fosas comunes sino ubicarlos en nichos, trincheras o zanjas
individuales, lo que constituye un
derecho humano básico de los familiares
sobrevivientes;
– la cremación masiva de cadáveres jamás debe realizarse en contra de
las costumbres culturales y religiosas de la población;
– la recuperación psicosocial de la
población sobreviviente debe verse
como una política de Estado en el marco de una atención integral de
la salud;
– un desastre debe ser atendido con un
plan de respuesta inmediata ante la
emergencia, cuyas tareas han sido
establecidas con previsión y preparación,
ya que una desorganización e
incapacidad de coordinación, así
como la improvisación e insensibilización
para evitar inequidades de
género, que se enlazan con otras formas
de desigualdad social, por ejemplo,
de clase, raza, etnia, preferencia
erótica, generacional, entre otras,
puede generar un desastre sobre el
desastre, el cual seguramente aumentará
el número de víctimas.
En el manual, la OPS profundiza en
cuestiones relacionadas con los preparativos
para casos de muertes masivas,
la importancia del trabajo médico
legal asociado, las consideraciones sanitarias,
así como los aspectos socioculturales,
psicológicos y legales a considerar.
Preparativos para casos
de muertes masivas
Un plan de contingencia preventivo
para un territorio particular debe incluir
un mapa de riesgos y vulnerabilidades
de la población y su entorno
construido, así como las acciones que
cada quien debe desarrollar en cada caso
y eventualidad vinculados con fenómenos
naturales o producidos directamente
por el hombre, en los que
se establezcan las zonas de evacuación
y edificaciones más fuertes, incluyendo
sitios que puedan servir para el
depósito de cuerpos, entre otros.
El manual reconoce que, aunque la
ayuda inmediata proviene inicialmente
de los propios sobrevivientes que
resultan ilesos, se debe trabajar en una
mejoría de la calidad y de la disponibilidad
de los servicios de recuperación
inmediatos por medio del adiestramiento
y la preparación previos
impartidos por organismos especializados.
También con antelación debe
quedar muy claro qué institución es
la que coordinará todo el proceso del
manejo de cadáveres. Además, las
autoridades deben establecer nexos y
entregar información fidedigna, a
través de voceros oficiales, a los responsables
de los medios de comunicación
para crear confianza y credibilidad
y evitar versiones contradictorias
y vacíos al suministrar información a
la audiencia nacional e internacional
acerca de las labores de rescate, la
identificación y localización de víctimas,
así como de los desaparecidos.
Asimismo, las autoridades deben
establecer una manera clara, ordenada
e individualizada de realizar las notificaciones
de las muertes, y dar todas las
facilidades para que la ciudadanía tenga
acceso a los cuerpos, prestando la
ayuda posible para su disposición final,
especialmente cuando la población
es de bajos recurso. La demora
en la entrega de cadáveres y la incertidumbre
sobre los recursos para el
pago de los servicios funerarios crea
aún mayor angustia y sufrimiento,
1823
SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005 Desacatos RESEÑAS
por lo que un elemento importante
en el manejo de los duelos es favorecer
la rápida tramitación de la funeraria
y lograr que sea gratuita o accesible
para las personas de bajos ingresos.
Los responsables deben evitar, bajo
cualquier circunstancia, que se someta
a los cuerpos al entierro en fosas comunes
o cremaciones en masa, porque
además de ser innecesario, violenta los
derechos humanos de los familiares
sobrevivientes que requieren recobrar
el cuerpo victimado. Por ello, las
inhumaciones que se realicen deben
hacerse de tal forma que permitan
la recuperación posterior de los cadáveres.
Trabajo médico legal
El apartado sobre el trabajo médico
legal fue elaborado por los especialistas
cubanos en medicina legal Jorge
González y Alicia Lasanta. Ambos exponen
que el manejo de los cuerpos
sin vida es un procedimiento complejo
que, por lo general, y lamentablemente, es una de las actividades
menos trabajadas profesionalmente después de un desastre. Para evitar
que así sea proponen que, aun en las situaciones más adversas y sin el personal suficiente, la labor de coordinación
de la recuperación y manejo
de cadáveres puede ser dirigida por un médico de la comunidad que asuma el
liderazgo de un equipo de trabajo de acuerdo con las condiciones y recursos
humanos existentes en el lugar. Por lo
cual es imprescindible anticipar convenios
de colaboración para determinar
los recursos existentes y los necesarios: personal profesional experto
en desastres y otros participantes; los posibles sitios de trabajo donde se establecerán
campamentos o locales
temporales para el depósito, exposición
y examen de los cadáveres; realizar
simulacros de campo; detectar necesidades materiales y quién puede aprovisionarlas en su momento:
transporte y comunicaciones, vestuarios
y otros medios personales, instrumental
y equipos, medios de conservación, agua y alimentación; y no
olvidar la atención física y mental médica para el grupo de trabajo.
El equipo de trabajo médico-legal,
en lo relativo a su preparación técnica,
debe incluir expertos en desastres: personal de salud, policías, bomberos,
criminalistas y desastrólogos, arquitectos,
urbanistas, ingenieros, antropólogos
u otros profesionales vinculados al
desastre, periodistas y trabajadores de los medios, autoridades judiciales.
Otros participantes son: autoridades
del gobierno y de la comunidad, instituciones
religiosas, funerarias, sepultureros y otros servicios relacionados
con cadáveres, diplomáticos y representantes
consulares, personal de limpieza,
encargados de cocina, familiares, vecinos y población en general.
Los objetivos del trabajo médico-legal
son: hacer un diagnóstico de la
muerte, rescatar los cuerpos y sus restos, establecer su identidad, estimar el
momento de la muerte y las causas de
la muerte en forma individual cuando proceda, explicar las circunstancias en
las cuáles se produjo, preparar los cadáveres
y restos para su disposición
final y, sobre todo, revertir o reintegrar el estudio del hecho en un elemento
de prevención futura. Para una clasificación
que permita una identificación
más eficaz, el manual establece que es
recomendable colocar los cuerpos
en espacios preestablecidos, atendiendo
a su clasificación por grupos según
el sexo, color de la piel, edad, biotipo,
largo del cabello, estatura, tamaño del
pie, entre otros.
El manual no hace referencia alguna
sobre las diferencias de género en las
tasas de mortalidad, tal como los estudios
sobre desastres “naturales” que
hasta hace poco tiempo manifestaban
que no había discriminación entre las
víctimas. Sin embargo, estudios recientes
han detectado una diferenciación
en la tasa de mortalidad y morbilidad que afecta más a las mujeres que a los
hombres, por lo menos en desastres
como tsunamis, hambrunas por sequías, ciclones y huracanes y terremotos
(Shubh Kumar-Range, 2001). Un
ejemplo muy reciente es el tsunami de diciembre de 2004 que afectó gravemente
las costas de Indonesia, la India, Sri Lanka, entre otros países asiáticos,
donde en algunas localidades se detectó una proporción de cuatro
muertes de mujeres por cada muerte de un hombre, lo que ya permite anticipar
problemas en esas comunidades para la creación de nuevas parejas
matrimoniales y el cuidado de los miles
de niños sobrevivientes que quedaron huérfanos (Sukarsono, 2005).
Consideraciones sanitarias en casos de muertes masivas
Si bien la OPS, por medio de la aportación
de Kart Western del Instituto
4 183
RESEÑAS Desacatos SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005
Nacional de Salud de Estados Unidos,
enfatiza a lo largo del texto que
existen evidencias científicas que indican
que la sola presencia de cadáveres
humanos y de animales como
resultado de un desastre no representan
un riesgo de epidemia ni una
causa para la diseminación de enfermedades
infecciosas donde no
existen enfermedades endémicas.
Registra que la clave para prevenir
enfermedades es el mejoramiento de
las condiciones sanitarias y la educación
de la población sobre los riesgos
reales que implican los cadáveres.
Aclara que un cadáver posee un
menor riesgo infecto-contagioso que
una persona viva infectada.
Para que algunas enfermedades
puedan representar un riesgo para
la salud pública, los cadáveres deben
ser huéspedes de una enfermedad
presente en zonas endémicas (tuberculosis,
estreptococos, meningitis y
septicemia, meningococos o infecciones
virales como las gastrointestinales,
de las vacas locas, hepatitis B
y C, virus VIH, fiebres hemorrágicas).
Otra condición es que los microorganismos
puedan vivir en el cuerpo del
ser humano, del animal o en el ambiente
después de la muerte del huésped,
así como contar con las condiciones
ambientales necesarias para
su propagación, como la alteración
de la infraestructura de disposición
de desechos o superpoblación, entre
otras. En general, como medida preventiva,
se plantea la desinfección de
los cuerpos con una solución a base
de cloro y un control en su transporte.
Sin embargo, las causas de una mayor
morbilidad y mortalidad son más
atribuibles al agua estancada de las
inundaciones, a la falta de agua potable,
a medidas sanitarias insuficientes,
al hacinamiento y al daño en la
infraestructura básica, como las fracturas
en las redes de agua potable y
drenaje que provocan la contaminación
de la primera, y cuando los propios
manipuladores de cuerpos no
observaron las normas de higiene necesarias.
Por estas razones se deben
1843
Funeral de los fallecidos por el desbordamiento de la presa La Ventilla en San Luis Potosí.
Marco Peláez / La Jornada
SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005 Desacatos RESEÑAS
priorizar medidas sanitarias extremas
respecto al agua potable y al manejo
de desechos en los albergues de damnificados
y campos de refugiados.
Los cadáveres de animales, por su
parte, representan un riesgo muy limitado
para la salud pública, excepto
bajo condiciones muy específicas,
como la presencia de agentes infecciosos
endémicos preexistentes en la
zona y la contaminación de agua por
heces y fluidos de lesiones. Los vectores
de enfermedades endémicas
deben controlarse y erradicarse con
las medidas necesarias. Al igual que
con los humanos, el manual plantea
que hay que priorizar el cuidado de
los animales vivos por sobre la disposición
de los cadáveres de animales.
Para los cadáveres de animales
propone una medida inicial temporal
consistente en rociarlos con petróleo
y cubrirlos con tierra hasta
que se den las condiciones necesarias
para su entierro definitivo. No hay
que descuidar la salud de los animales
vivos, que deben ser reunidos,
atendidos y vigilados para prevenir
cualquier brote de enfermedad. Al
respecto el manual resalta que “para
atender los efectos del duelo es necesario
tener en cuenta los lazos afectivos
y de supervivencia que atan al
ser humano a los animales, mascotas,
ganado o simplemente especies
con las que coexiste” (p. 107).
Asimismo, la OPS propone en la
guía evitar someter al equipo de rescate
y a la población en general a
campañas masivas de vacunación
innecesaria contra enfermedades que
supuestamente transmiten los
cadáveres.
Aspectos socioculturales
Uno de los aspectos de mayor relevancia
en la recuperación de los
cuerpos y su debido proceso de
identificación es que permiten que
se pueda llevar a cabo el duelo familiar
y comunitario, así como los rituales
que otorgan el valor simbólico
del cadáver y de la sepultura, circunstancias
que en un desastre deben ser
respetadas. La OPS y el Instituto Nacional
de Medicina Legal y Ciencias
Forenses de Colombia lo señalan: “El
impacto de la alteración de los rituales
normales es tal que ha llegado a
considerarse que los duelos no resueltos
de una sociedad son un factor
decisivo en la recurrencia episódica
de brotes de violencia; así, el mapa
de zonas de violencia en el mundo
muestra antecedentes similares en su
historia, aún si se presentan como
atribuidos a diversas causas en cada
época” (p. 94).
El respeto a los muertos ayuda a
definir el respeto debido a los vivos,
y en esa misma sucesión de episodios
de muertes por desaparición o
traumáticas con duelos no resueltos
ayuda a explicar el porqué de los infortunados
resultados de los programas
de resolución de conflictos bélicos
que se intentan en cada país. De
ahí que sea un punto clave en la resolución
de odios y conflictos de larga
duración. No respetar los rituales ni
los valores de una sociedad provocan
un círculo vicioso que “impide que
culmine un sano duelo y la comunidad
pueda volver a ocuparse de sus
asuntos vitales”. De igual manera, “el
poder cumplir adecuadamente los
rituales funerarios en muertes violentas
—que requieren investigación
judicial— ayuda a restaurar la confianza
de la sociedad en su propia
organización” (p. 108).

En la actualidad hay suficientes
recursos técnicos y científicos para
identificar, manejar y conservar hasta
la disposición final numerosos
cadáveres en forma respetuosa, reconociendo
la trascendencia de llevar a
cabo los rituales funerarios propios de cada comunidad, de tal forma
que se eviten acciones precipitadas,
como inhumar o cremar, que impiden identificar a las víctimas y devolver
los cadáveres a sus deudos, quienes requieren de la presencia
física del cuerpo o restos para realizar
el ritual del funeral. Lo anterior
permite el desarrollo de un duelo
sano, que cada cultura ha acuñado
para aliviar el dolor y cicatrizar penas.
Un funeral es más que el simple
hecho de deshacerse de un cadáver, permite darle algún sentido a la
muerte cuando nos vemos confrontados con ella y otorga un estatuto
de dignidad y sentido a la desaparición
del ser humano. Un duelo permite
a largo plazo la reparación del tejido social afectado por el desastre
y evita devastadoras secuelas a nivel psíquico y social, e incluso ahorra
los elevados gastos que implican las exhumaciones de fosas comunes
para lograr identificaciones posteriores.
Reparar el tejido social debe considerarse como una política de
Estado en el marco de una atención integral de salud.

tornado en filipinas

Numerosos muetos por tornado en Filipinas



A l menos 27 muertos y más de 645 mil damnificados constituyen el saldo preliminar por el paso de la tormenta tropical Nock-ten por el norte de Filipinas


La mayoría de las muertes ocurrieron por ahogamiento o en los deslaves desencadenados tras las fuertes lluvias caídas sobre buena parte del archipiélago, en particular en la isla de Luzón.
Según el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres, más de 645 mil personas se vieron obligadas a huir de sus casas ante las incontrolables inundaciones que mantienen bajo agua a varias localidades.

El organismo tropical presenta vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora y abandonará el país en las próximas horas, de acuerdo con los pronósticos.

Fuentes del Gobierno aseguraron que esperan una mejoría en las condiciones climatológicas para iniciar el envío de equipos de emergencia a las zonas afectadas.


Tifón en Filipinas sería el más violento de la historia

El cambio climático está agudizando la gravedad de huracanes y tifones. Haiyan llegó a tener ráfagas que bordearon los 400 km/hr, los que habrían matado a 10 mil personas.


Las constantes advertencias, inclusive de la ONU de que estamos bajo un cambio abrupto e irreversible del clima en la Tierra, hasta ahora conocido por quienes de forma contemporánea habitamos el planeta, parece concretarse cada vez que somos testigos de la violencia con que se dejan caer huracanes y tifones.


Y por mientras continúa la polémica sobre quién es el responsable, si es antropocéntrico por la sobreproducción que súper emite carbono a la atmósfera, o uno de los tantos ciclos naturales por los que ha pasado el antiquismo Tercer Planeta, ocurren catástrofes que nos dejan saldos de muerte y destrucción.

Recordemos lo ocurrido en New Orleans, que fue arrasado por Katrina, huracán que representó la mayor catástrofe natural de Estados Unidos. Luego vino Sandy en New York y la amenaza científica publicada en Nature, de que NY desaparecerá por este cambio climático en unas cuatro décadas.


Hoy nos sorprende la llegada de Haiyan, alcanzó vientos máximos de 315 km/h en un minuto y 230 km/h en 10 minutos en 48 horas, considerado así, como uno de los ciclones más fuertes en el que se haya tenido registro en la historia en todas las cuencas, que afectó a Estados Federados de Micronesia, Palaos, Filipinas y Vietnam, y con menor intensidad a China. En Filipinas fue decretado "Estado de Calamidad" por los aproximadamente 10 muertos que dejó su paso, y sobrevivientes aislados, sometidos al hambre que les hace, según fuentes, deambular cual zombies en busca de comida.

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Estamos sufriendo muchos cambios a causa del alza de la temperatura en la tierra que van desde la transformación del ártico en selva hasta terminar con rutas aéreas por aumento de tornados. Debemos prepararnos para que nuestro hogar cambie el orden de los muebles, lo que vendrían siendo las estaciones, hasta ahora verdaderas "leyes físicas ininmutables", que no lo son y que nos darán innumerables desafíos como civilización.

sábado, 16 de noviembre de 2013

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLOGICOS



Los primeros auxilios psicológicos sanan vidas


Un atentado, un hecho violento de inseguridad (como un robo, homicidio o tiroteo) o un accidente de tránsito son situaciones extremas que generan reacciones extremas en las personas. Más allá del estado físico de las personas que fueron testigos o protagonistas, las reacciones emocionales tienen que ser atendidas en la emergencia, ya que comprometen el bienestar y la salud de la persona afectada.

La dificultad para manejar esas situaciones evidencia el momento en el que las personas requieren de nuestra ayuda y para ello hacemos uso de los primeros auxilios psicológicos. Sobre este tema habrá una amplia exposición en Salta, entre el 8 y el 10 de agosto, durante el primer Congreso Internacional Salta ?Trauma psicológico ¿Pasado Presente? Como un adelanto a lo que se podrá observar en las exposiciones, aquí resaltamos algunos aspectos.

¿Qué son?

¿En qué consisten los primeros auxilios psicológicos? Es la primera ayuda que prestamos a las personas que se encuentran ante una emergencia o desastres y que no obedece a los daños físicos sino a los emocionales que está padeciendo y que se convierten en crisis.

Las causas de la crisis en una persona no se pueden explicar de forma simple. Así, experiencias en las que la persona ve amenazada su vida, su integridad física y psicológica o la de otras personas, como accidentes de tráfico, desastres naturales, violaciones y agresiones físicas, guerras o atentados, entre otros. No sólo la experiencia directa, sino también, verla por TV, o que le cuenten la situación pueden desencadenar esas emociones.

Crisis: sucesos dramáticos

Las crisis son sucesos dramáticos que afectan al individuo en términos de inestabilidad emocional y reacciones abrumadoras. Son características comunes ante situaciones traumáticas extremas y hacen que la persona experimente una amenaza real de perder algo importante. Estas situaciones nos obligan a aplicar nuevas maneras de lidiar con nuestros problemas.

Según la experiencia de muchas organizaciones internacionales y nacionales, si tenemos una brigada de personas sensibilizadas con las necesidades emocionales de las víctimas que puedan escuchar y actuar para crear un ambiente de seguridad y esperanza podremos ayudarles a modificar lo que están sintiendo en ese momento.

Diferenciemos

Para ello debemos comprender la diferencia entre una crisis y una emergencia.

Una crisis se describe como un estado temporal de confusión emocional y desorganización después de un problema fuerte. Las soluciones al problema dependen de cómo se maneja.

Emergencia: Es una situación de presión repentina que necesita acción inmediata por ejemplo, cuando la vida de alguien está en peligro por un accidente, suicidio, acto de violencia.

Lo que se puede hacer

¿Qué podemos hacer para asistir a alguien en situación de crisis? Ofrecerle asistencia, protegerla de curiosos, proveerle bebida, no dejarla sola, preguntarle con cautela qué pasó, asegurarle que su reacción es normal.

Las reacciones comunes ante situaciones de crisis son: insomnio (que no se puede dormir), ansiedad (se manifiesta por dolor de cabeza, de estómago, palpitaciones fuertes), aislamiento, depresión, sentimientos de culpa y enojo (por no haber actuado), irritabilidad ante la gente, dificultades en la concentración.

Intervenciones

Mediante la intervención en crisis la persona angustiada tiene la oportunidad de:

a) Experimentar maneras diferentes de ver la situación

b) Entender que lo que siente no es anormal o extraño

c) Recobrar un sentimiento de control al hacer frente a sentimientos abrumadores.

Negación

Es normal que algunas personas ante esta situaciones nieguen lo que les está sucediendo; que otras se aíslen, por lo que debemos ser muy cuidadosos cuando trabajemos con una persona en esta situación.

Ante estas situaciones de la vida a la cual todos estamos expuestos surge la pregunta de si estamos seguros de estar preparados para prestar los primeros auxilios psicológicos.

Preguntas que pueden hacerse

Primero: ¿Estoy suficiente preparado para ayudar y proporcionar apoyo emocional?

Segundo: ¿No debería ayudar alguien más cercano a la persona afecta?

Tercero: ¿Se derrumbara la persona afectada si pregunto sobre lo que siente?

Cuarto: Debería quedarme callada? abrazar al aquejado o mantenerme a distancia?

Quinto: ¿No sería mejor que un profesional lo ayudara?

Nuestros objetivos

Así, es necesario el conocimiento y las habilidades para entender y orientar adecuadamente ala persona que está sufriendo esta situación; así como reconocer y manejar sus respuestas emocionales ante situaciones graves.

Objetivos de la primera ayuda psicológica: Ayudar a las personas a dominar el estrés, proveer salud y bienestar al voluntario o socorrista, ayudar a la recuperación de la persona después de la catástrofe.

Es por ello que se debe organizar las intervenciones de la primera ayuda psicológica

Eduquemos el estrés

El estrés se presentará en situaciones de desastre o emergencia y será experimentados por todos los afectados y por aquellos que brinden ayuda; es así que surgen los: Programas de Educación (pre y post incidentes): Este es uno de los componente más importante de los primeros auxilios psicológicos.

La mejor educación sobre el estrés es aquella que se desarrolla antes de que la persona haya sido traumatizada.

Un buen apoyo puede proveerse de muchas direcciones.

Quienes han experimentado una crisis necesitan la presencia de otros seres humanos.

Tipo de información que necesita una persona traumatizada:

Para recobrar el control es necesario que la persona angustiada entienda realmente como ocurrió el suceso. Si todo es percibido como caos, los sentimientos de ansiedad se apoderan de la persona. La información útil trae tranquilidad. La información clara reduce la ansiedad. Una persona en shock necesita información que le cree seguridad.

La ?Fortaleza Psíquica? se educa

Las experiencias realizadas con afectados por desastres masivos y catástrofes naturales en algunos países como Colombia y México, y con individuos y familias que vivieron actos de terrorismo en la República de Israel, tienden a indicar que la adopción de algunos conceptos de la llamada ?Fortaleza Psicológica? o ?hardiness?, en inglés, (Kobasa, 1979) integrados en un modelo psico-educativo y terapéutico, pueden llegar a ser muy útiles tanto como intervención preventiva (Omer e Inbar, 1991), como post-traumática (Inbar 1992, 1994).

De acuerdo a dichos autores, el desarrollo de ciertas características de la ?personalidad? están correlacionadas e incluso podrían explicar la capacidad de ciertos individuos de afrontar eventos existenciales estresantes. Las características identificadas son: compromiso, involucración, control, desafío y flexibilidad, no se presentan de igual manera y se expresan ante situaciones de máximo estrés.


REFERENCIA:http://www.eltribuno.info/salta/308891-Los-primeros-auxilios-psicologicos-sanan-vidas.note.aspx

sábado, 2 de noviembre de 2013

EL CUIDADO DE LA SALUD MENTAL EN EQUIPOS DE PRIMERA RESPUESTA

INTRODUCCION


Los accidentes, desastres y catástrofes que golpean duramente a las comunidades debido fundamentalmente a sus vulnerabilidades las cuales se han ido acrecentando en estas últimas décadas fundamentalmente por el crecimiento desproporcionado de las ciudades al respecto.

"Stop Disaster" una publicación especializada en el tema de los desastres, señala que en 1995 cerca de 2,400 millones de personas de los 5,700 habitantes que tiene el planeta, vivían en ciudades, para el año 2,025 se estima que serán 5,000 millones.

En los países en vías de desarrollo, el número de ciudades con más de un millón de habitantes pasó entre 1950 de 34 a 213 y para el año 2000, 17 de las 20 ciudades más pobladas del mundo se hallarán en países en vías de desarrollo.

En el último censo en Lima Metropolitana se cuenta con 6' 706,127 habitantes, este rápido crecimiento de la población aunado a una planificación urbana inadecuada y una creciente industrialización informal, crean las condiciones para peligros conocidos como "Na-tech" (natural/tecnological disaster) que son desastres tecnológicos desencadenados por desastres naturales.




Este crecimiento demográfico, comercial e industrial se viene experimentando en mayor o menor grado también en las principales ciudades del interior del país; esta realidad demanda que se estén realizando una serie de esfuerzos multi-institucionales orientados a mejorar y coordinar los servicios de emergencia que se venían brindando hasta el momento, este esfuerzo demanda que existan equipos de personas que sean capacitadas en múltiples conocimientos relacionados al tema de los desastres y que aprendan nuevas estrategias de atención de víctimas en masa, estos equipos de respuesta inmediata que pueden ser locales o nacionales están integrados por médicos emergencistas, paramédicos, bomberos, brigadistas de Defensa Civil, voluntarios de la Cruz Roja y recientemente integrantes de ONGs dedicadas a la atención de víctimas en situaciones de desastres.

Generalmente cuando ocurre un desastre se habla mucho de la cantidad de víctimas, la cantidad de muertos, la cantidad de dinero perdido en servicios públicos esenciales colapsados u obras de infraestructura arruinadas; así mismo se ha escrito mucho sobre el impacto psicológico de las víctimas y la comunidad expuesta a un desastre, sin embargo existe un tipo de víctima oculta y que tiende a pasar desapercibida en parte por su resistencia a aceptar que ellos también son vulnerables son los propios integrantes de los equipos de respuesta

Jeffrey Mitchell (1989) Presidente de la International Critical Stress Foundation,Inc.USA, experto en el tema manifiesta que los trabajadores de emergencias aunque pretendan negarlo también son vulnerables al impacto psicológico negativo del trabajo en desastres.

El estar expuesto a demandas tales como las labores de triage, la violencia social, el contacto con cadáveres seriamente mutilados, restos humanos esparcidos o calcinados, así como el trabajo en ambientes altamente tóxicos o de gran riesgo para la integridad física, aunado a problemas de tipo organizativo, familiar o interpersonal; van a ejercer un impacto de repercusiones importantes sobre la salud física y mental de los integrantes de los equipos de respuesta.

Lifton (l967) fue uno de los primeros investigadores que trato sobre el deterioro psicológico de los equipos de rescate; en 1984 la Federal Emergency Management Agency (FEMA), conjuntamente con el National Institute of Mental Health (NIMH) de los EU, empezaron a preocuparse por el impacto psicosocial de los desastres en los equipos de respuesta (bomberos, policías, paramédicos, médicos emergencistas, etc.); dicho impacto incluye términos como Incidente Crítico en Stress, y Síndrome de Stress Post-traumático, de este modo los integrantes de los equipos de respuesta son las víctimas ocultas del desastre y son extremadamente reacios a aceptar esta realidad.

El presente manual trata de ser una ayuda para los Comandos o Jefes que tienen la responsabilidad de organizar y conducir equipos de respuesta en situaciones de desastre o en Incidentes Críticos en Stress o en emergencias de larga duración; abarca temas tales como El Stress, su característica en los equipos de respuesta, los efectos emocionales de la intervención en desastres, el impacto emocional de las emergencias, el stress agudo y el stress post-traumático, los diversos factores que afectan a los equipos de respuesta, la prevención y la mitigación del stress, que incluye aspectos nutricionales, de actividad física, de salud mental, de soporte psicosocial y recomendaciones para los jefes responsables de la conducción de las operaciones; con el único fin de salvaguardar el recurso más valioso que puede tener una Institución su recurso humano y garantizar de esta manera la eficacia y la eficiencia en sus intervenciones.



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I. EL STRESS



Concepto:


El stress puede ser definido como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas1, el stress no es una enfermedad pero sí puede causar en el ser humano desde ligeros desórdenes psicosomáticos hasta la misma muerte2.

Síndrome General de Adaptación (SGA)


Hans Selye (1956) definió al stress como un estado que se manifiesta a través de un Síndrome (conjunto de signos y síntomas que caracterizan a alguna enfermedad o desorden biológico)que consiste en la totalidad de cambios no específicamente inducidos en el sistema biológico3, un cambio no específicamente inducido es aquel que afecta a todo el sistema biológico o a la mayor parte de este; el SGA tiene tres fases claramente diferenciadas: la fase de Alarma, resistencia y agotamiento.

El estado de alarma es el primero y el más importante, se presenta cuando suena la llamada selectiva de la central de alarma en el caso de los bomberos, cuando se da la alarma respectiva en el caso de los hospitales o la convocatoria para las brigadas de Defensa Civil, o la llamada de intervención de Radio Patrulla para la policía; en este momento se activa el sistema del stress en todo nuestro organismo, es un estado de movilización generalizado de todas nuestras reservas de energía. Uno de los primeros cambios es el incremento en la secreción de la hormona adenocorticotrofina (ACTH) por parte de la glándula Pituitaria que se encuentra en la base del cerebro, la cual actúa sobre las glándulas suprarenales, motivando la segregación de la ADRENALINA, responsable del estado de máxima alerta de todo nuestro organismo, provocando la liberación de las reservas de glucosa, ácidos grasos libres, hidrocordicoides, esteroides, etc. Como consecuencia de este estado de alarma, aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, la frecuencia respiratoria, la tensión muscular, la transpiración, la liberación de factores coagulantes de la sangre, la redistribución de la sangre a favor del cerebro y de los músculos y por consiguiente la disminución del ritmo digestivo.

Cuando el stress no es efímero como el trabajo en desastres o en emergencias que demandan la permanencia en el lugar de las operaciones por varias horas o días, tienden a aparecer en el organismo los CORTICOIDES que van a favorecer el aumento de los azúcares en la sangre, el colesterol, la presión arterial, se debilitan las defensas inmunitarias, se favorece la osteoporosis, la atrofia muscular y la retención del agua y el sodio en el riñón.

Existe un limitado volumen de energía adaptativa disponible y concentrarla en una sola demanda aumenta en forma creciente nuestra vulnerabilidad a otras demandas, en especial si se tiene en cuenta que el stress es de carácter acumulativo, es decir que si no se hace nada para eliminarlo los residuos bioquímicos y la tensión emocional que causan ciertos eventos, estos van a mermar nuestra capacidad de respuesta ante otros eventos o demandas.

El estado final es el agotamiento, el stress prolongado va dejando cicatrices bioquímicas indelebles que nos predisponen a las enfermedades a las infecciones, el envejecimiento y la muerte y en el contexto operativo estamos hablando de la disminución significativa del desempeño y por ende de la eficiencia y de la eficacia haciéndonos proclives a cometer errores que en los integrantes de los equipos de respuesta pueden llegar a ser fatales.

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II. EFECTOS DEL STRESS EN LOS EQUIPOS DE RESPUESTA



Stress-trauma


La modalidad de trabajo de los Cuerpos de Bomberos en todo el mundo así como de los equipos de respuesta se caracteriza por sus intervenciones en eventos traumáticos, al respecto la Asociación Psiquiátrica Americana (1987) define a un evento como traumático a cualquier circunstancia psicológicamente stresante que está fuera de las experiencias humanas normales como es el caso de las muertes súbitas, la violencia familiar y social; que pueden ser realmente angustiantes para cualquier individuo y es vivenciado como temor o miedo intenso, porque representa una amenaza seria para la integridad física propia o de algún familiar o compañero, están incluidos dentro de estos eventos traumáticos los desastres naturales o inducidos.


Estos eventos traumáticos incluyen a los incidentes críticos en stress, los cuales pueden tener consecuencias serias desde el punto de vista de la salud mental si no son tratados oportuna y adecuadamente.

Incidente Crítico en stress.


El Incidente Crítico4 es un término que fue utilizado originalmente por los paramédicos las agencias de seguridad pública de los EUA para indicar la naturaleza de las reacciones traumáticas de stress experimentadas por todos los equipos de respuesta.


Davis Michael (1996) define al incidente crítico como la situación que experimentan los trabajadores de emergencias que enfrentan un trauma repentino y específico como puede ser la falla en la misión, la presencia de excesivo sufrimiento humano, situaciones amenazantes para la integridad física de los equipos de respuesta, la perdida de compañeros de equipo, o presenciar su accidente o heridas.


El incidente crítico produce una serie de reacciones emocionales, conductuales y fisiológicas, teniendo el potencial de interferir emocionalmente en las habilidades para actuar en el lugar de las operaciones en forma inmediata o posteriormente en el retorno a la rutina laboral y familiar.

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III. EFECTOS EMOCIONALES EN LA INTERVENCION EN DESASTRES5




El National Institute of Mental Health (1985) describe las diversas manifestaciones psicofisiológicas que experimentan los integrantes de los equipos de respuesta en situaciones de desastre.

A. Fase de Alarma:


Comprende desde la alarma inicial, el período de adaptación psicológica, y la información sobre lo acontecido pueden presentar las siguientes manifestaciones:

Area física: Activación del SAGA como respuesta al stress.

Area Cognitiva: Desorientación, dificultad en la orientación y en los preparativos para la partida, dificultad para la comprensión de la información recibida.

Area Emocional: Sentimientos de aturdimiento, choque, en especial si el evento es en gran escala o se ha producido un incidente crítico, sentimientos de temor y ansiedad.

Area Conductual: Dificultad en la comunicación, incremento en los niveles de actividad y decremento de la eficiencia, realizan tareas sin objetivos específicos.

B. Fase de Intervención:


Las reacciones observadas en esta fase han sido ampliamente estudiadas por el NIMH 1978, Horowitz 1980, Motchell-Resnik 1981,Mitchell 1983.

Area Física: Síntomas propios de un stress agudo y posteriormente stress crónico, observándose la siguiente lista realizada por Mitchell (1983).


•Incremento en la respiración, presión sanguínea, latidos cardíacos.
•Malestar en la respiración.
•Náuseas, diarreas.
•Sudor frío, piel húmeda.
•Tremor especialmente en manos, ojos, labios.
•Oídos tapados.
•Dolor de cabeza.
•Estrechamiento del campo visual.
•Sensación de debilidad, hormigueo en partes del cuerpo.
•Dolor muscular.
•Fatiga, languidez, vértigo.


Area Cognitiva (Mitchell-1983)


•Problemas de memoria.
•Desorientación
•Confusión mental
•Dificultad para el cálculo.
•Dificultad para actuar en forma lógica, solucionar problemas y/o tomar decisiones.
•Dificultad para la concentración, atención y memoria.
•Pérdida de la objetividad.
•Pérdida de las habilidades para conceptualizar alternativas o priorizar tareas.
•Lentitud o dificultad en la comprensión.


Area Emocional


•Gran sentimiento de heroísmo e invulnerabilidad.
•Ansiedad, temor.
•Euforia, sentimientos de agradecimiento por estar vivo.
•Fuerte identificación con las víctimas.
•Sentimientos de culpa, cólera.
•Irritabilidad, hiperactividad.
•Tristeza, melancolía, pesar, depresión, tristeza, mal humor.
•Sentimientos de aislamiento, abandono, extrañamiento, separación.
•Apatía, disminución del interés por las actividades usuales.
•Excesiva inquietud sobre la seguridad de otros.


Area Conductual


•Inhabilidad para expresar sentimientos verbales, dificultad para comunicarse.
•Hiperactividad sin un propósito específico.
•Decreciente eficiencia y eficacia en las actividades.
•Estallidos de cólera.
•Períodos de llanto.
•Incremento en el uso del alcohol, tabaco y otras drogas.
•Retraimiento social.


C. Fase de termino:

Comprende la etapa de la desmovilización en la cual los trabajos de urgencia ya han sido realizados, la calma retorna paulatinamente al lugar del desastre y los equipos de respuesta empiezan a ser relevados, en esta fase se puede observar las siguientes manifestaciones:


•Dificultad emocional para aceptar el término de las operaciones, deseo de seguir trabajando.
•Melancolía, depresión.
•Inquietud, disgusto o aburrimiento ante el trabajo rutinario
•Sentimientos de extrañamiento por el trabajo en desastre.
•Sentimientos de extrañamiento por la familia.
•Sentimientos de cólera o frustración.
•Necesidad de hablar, contar y repetir las vivencias del desastre.
•Conflicto con los compañeros que no participaron en las operaciones del desastre, sentimientos de superioridad.
•Conflicto con la familia, esta puede estar enojada por su ausencia prolongada en el desastre.

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IV. IMPACTO EMOCIONAL DE LAS EMERGENCIAS




El trabajo en emergencias sean estas de corta o de larga duración producen situaciones conocidas como stress agudo o post-traumático, estas manifestaciones han sido estudiadas ampliamente y son aceptadas y registradas tanto por la Organización Mundial de la Salud como por la Asociación de Psiquiatría Americana, en sus respectivos manuales de clasificación y diagnóstico clínico, estos conceptos de stress agudo y post-traumático incluyen lo que anteriormente se conocía como "reacción de crisis aguda", "Fatiga de combate", "Shock psíquico", entre otros; estas alteraciones provocan malestar clínico, significativo o deterioro social laboral y se caracterizan por lo siguiente:

A. Stress Agudo:


Existe una relación temporal, clara e inmediata entre el impacto de una situación de emergencia y la aparición de los síntomas, los cuales pueden aparecer después de 24 a 48 Horas y tienden a ir disminuyendo al cabo de 3 a 4 días.

B. Stress Post-traumático:


Este se presenta dentro de los primeros 6 meses, puede ser agudo si los síntomas duran menos de 3 meses o crónico si duran de 3 meses a más o de inicio demorado si entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.

Se pueden observar las siguientes manifestaciones Clínicas

1. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente:
a.Recuerdos persistentes que provocan malestar, se incluyen imágenes, pensamientos, percepciones.
b.Sueños repetitivos sobre el acontecimiento que provoca malestar
c.El sujeto actúa como si el acontecimiento traumático estuviera ocurriendo Flashback), sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones.
d.Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos (pensamientos) o externos Uniformes, lugares, olores, sonidos, equipos, etc.) que recuerden el acontecimiento traumático.

2. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma:
a.Esfuerzos por evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático.
b.Esfuerzo por evitar actividades, lugares o personas que motiven recuerdos del trauma.
c.Incapacidad para recordar un aspecto importante de lo acontecido.
d.Reducción marcada del interés o la participación en actividades significativas de tipo social.
e.Reducción de la vida afectiva, incapacidad para tener sentimientos de amor, afecto.
f.Sensación de un futuro desolador (no espera obtener éxito, un empleo, casarse, formar una familia o llevar una vida normal).

3. Aumento de la actividad:
a.Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
b.Irritabilidad o ataques de ira.
c.Dificultad para concentrarse.
d.Hipervigilancia, estado de alerta sensación de como si algo malo fuera a suceder.
e.Respuestas exageradas de sobresalto "susto".

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V. FACTORES QUE AFECTAN A LOS EQUIPOS DE RESPUESTA7




Existen varios factores que influyen en la eficiencia y eficacia de los equipos de respuesta y que han sido ampliamente descritos por el Center for Mental health of Emergencies (USA) y se pueden clasificar de la siguiente forma:

A. FACTORES DE CARACTER INDIVIDUAL:

1.Enfermedades crónicas tales como el asma, cardiopatías, hipertensión, úlceras, diabetes, entre otras y que pueden ser factores limitantes para el trabajador en emergencias.
2.Stress preexistente, perdida del empleo, conflictos familiares, divorcio reciente, enfermedades de algún miembro de la familia, pueden dar lugar a que se aumente el riesgo individual.
3.Experiencias traumáticas anteriores debido a que el stress como se dijo anteriormente es de tipo acumulativo y vulnera la capacidad de resistencia y puede dar lugar a reacciones violentas.
4.Experiencias en trabajos similares que dan confianza al trabajador en desastres.
5.La edad, los rescatadores más jóvenes están muy propensos a sufrir problemas emocionales que las personas mayores, la gente de más de 20 a21 años hace frente mejor a una situación de desastre que los jóvenes de 17 a 19 años.

B. FACTORES INTERPERSONALES:

1.Las responsabilidades laborales en el caso de los Bomberos Voluntarios, generan situaciones de conflicto, por querer participar en las labores de la emergencia y las limitaciones de sus trabajos, por otro lado la presión por parte de la esposa para que se cumpla con las responsabilidades familiares en especial si se tienen hijos pequeños, recién nacidos o familiares enfermos. Estas son situaciones que incrementan el stress entre los trabajadores de emergencias.
2.Tiempo prolongado de separación de los integrantes de los equipos de respuesta de las fuentes comunes de soporte social, (familia, seres queridos).
3.Las primeras personas que llegan a la emergencia, tienen más problemas emotivos que los que van llegando posteriormente, así como los que están en más contacto con las víctimas.

C. FACTORES COMUNITARIOS:

1.La presencia de personas conocidas o familiares entre las víctimas, pueden ser factores de incremento del stress entre los equipos de respuesta.
2.La presencia de medios masivos de comunicación social y de curiosos en la escena de la emergencia contribuyen a aumentar la presión emocional sobre los equipos de respuesta.

D. FACTORES PROPIOS DEL DESASTRE:

1.El desastre puede impactar por su magnitud al personal de respuesta más allá de su preparación llegando a producir una máxima alteración social y psicológica.
2.El cambio repentino del aspecto físico de la comunidad como consecuencia de un desastre (terremoto de Huaraz- 1970, Nazca-1996, atentado a la calle Tarata en Miraflores, 1992), tienden a dificultar la comprensión de lo acontecido, por el impacto psicológico sobre los sobrevivientes y los equipos de respuesta.
3.El tipo de desastre, afecta de diferente forma a la comunidad por ejemplo, un desastre de tipo tecnológico produce más stress para las víctimas y los equipos de respuesta, que los desastres naturales, causando gran sentimiento de cólera porque tal vez pudo evitarse, produce mayor temor e incertidumbre porque el agente causante del desastre (fuga radioactiva, contaminación química) no puede verse, es de difícil control y sus efectos duran mucho tiempo.
4.Los desastres que ocurren de noche producen más víctimas y problemas emocionales que los que ocurren durante el día, porque la gente está dormida, su respuesta inicial es más lenta y más confusa, dificultando la orientación y evacuación.
5.La duración del desastre, también es un factor que afecta no solamente a la población sino también a los equipos de respuesta, es diferente un desastre que dura pocas semanas a una contaminación radioactiva que puede afectar a generaciones enteras.
6.El grado de incertidumbre, el no saber a lo que se va a enfrentar, la presencia de replicas del mismo, la inestabilidad de estructuras colapsadas, etc. son agentes que estresantes que influyen en forma directa sobre los equipos de respuestas.

E. EVENTOS ESTRESANTES DE LA EMERGENCIA:


1. Perdidas personales o lesiones:


Se refiere a cuando los integrantes de los equipos de respuesta se encuentran entre los damnificados, han perdido a familiares cercanos, sufren lesiones o mueren a consecuencia de su trabajo en la emergencia.

2. Estímulos traumáticos:


Es cuando los rescatistas se identifican con la víctima o cuando a trabajado 3 o 4 horas en contacto con las víctimas y algunas de ellas llegan a morir, la muerte de niños y en algunos casos cuando el rescatista, médico, paramédico, tiene hijos pequeños o de igual edad que el de las víctimas o muertos, (Oklahoma City, atentado al edificio del FBI-19ABR95), la recuperación de cuerpos grotescamente mutilados o restos humanos esparcidos, la ausencia de bolsas para estos (accidente aéreo de Fauccett-1996-Arequipa), cuando se tiene que amputar miembros a personas vivas para rescatarlas (Ciudad de México- Terremoto- 1985), cuando se tiene que amputar cadáveres para llegar a víctimas atrapadas con vida (Skywalk Collapse-Kansas City 1981).

3. Falla en la misión:


El fracaso en los objetivos propuestos (rescatar personas con vida, salvar la vida a un accidentado, apagar un incendio, etc.), especialmente si es por descuido, impericia, agotamiento, confusión en las órdenes.

4. Presión ocupacional:


La presión por cumplir con tareas en forma rápida y oportuna, la sobrecarga en el trabajo, gran demanda de tareas que requieren de atención inmediata.

5. Demandas del trabajo:


El trabajo en emergencias y en especial en desastres requieren de un gran esfuerzo físico por largas horas y en condiciones adversas, este tipo de trabajo requiere de criterio, juicio, claridad para pensar, habilidad para elaborar cálculos en forma exacta y decidir muchas veces entre la vida y la muerte (triage) así como soportar la presión de los medios masivos de comunicación social, los curiosos y los familiares de las víctimas.


6. Problemas organizacionales:

a.Interferencia en el rol, se presenta cuando varios equipos de respuesta de diferentes Instituciones trabajan juntos por primera vez o cuando existe rivalidad entre ellos, tratando de imponer sus propios estilos de procedimientos o tratando de captar la atención de los medios de comunicación social.
b.Bajas recompensas, los integrantes de los equipos de respuesta son extremadamente sensibles al reconocimiento de tipo social más que material por sus esfuerzos desplegados, reaccionando con elevados niveles de frustración cuando no son reconocidos.
c.Conflicto en el rol, se presenta cuando el trabajador se enfrenta ante situaciones de difícil decisión, como es el caso del personal voluntario que tiene que decidir entre su trabajo y su participación en una emergencia de larga duración, entre su responsabilidad familiar y su ausencia prolongada o incierta de las demandas de un desastre o cuando tiene que actuar como jefe o como amigo, todos estos factores pueden llegar a afectar la comunicación interpersonal, la confianza entre los trabajadores, y aumentar los niveles de ansiedad.
d.Ambigüedad en el rol, se presenta cuando los trabajadores de los equipos de desastre se encuentran en una atmósfera de confusión e incertidumbre, en relación al tipo, de trabajo que tienen que realizar, el alcance de sus responsabilidades, los objetivos por cumplir.
e.Incomodidad en el rol, es cuando los trabajadores tienen que realizar tareas fuera de las cuales a las que han sido preparados (rescatistas que tienen que asumir acciones de coordinación, o responsabilidades administrativas).


7. Aspectos ambientales:

a.Exposición a eventos inesperados como la presencia de gases tóxicos, picaduras de insectos, mordeduras de animales, colapso de estructuras civiles en forma inesperada, envenenamientos o intoxicaciones por alimentos descompuestos.
b.Ausencia de un lugar donde descansar, ausencia de agua potable, déficit de comida y líquidos en forma oportuna, ausencia de servicios higiénicos y de privacidad.

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VI. PREVENCION Y MITIGACION DEL STRESS EN EMERGENCIAS




Es responsabilidad de los oficiales que poseen comando y poder de decisión el cuidar no solamente la salud física y mental de los integrantes de los equipos de respuesta como única garantía de cumplir con éxito la misión encomendada y proteger al personal contra los efectos destructivos del stress-trauma.


A continuación se analizarán varios aspectos que se tienen que tener en cuenta par mantener la operatividad de nuestros equipos de respuesta y evitar que sucumban bajos los efectos del stress.


A. NUTRICION:

1. Vitaminas9

Durante los períodos de stress agudo o crónico las fuentes de alimentación de vitaminas y sales minerales, pueden resultar insuficientes, por lo que se hace necesario la ingesta de cantidades más elevadas de vitaminas "C" y las del complejo "B", en particular las vitaminas B1 (Tiamina), B2 (Riboflavina), la Niocina, B3 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina).

2. Sales Minerales

Un stress escesivo provoca carencia de sales minerales esenciales, tales como el magnesio, calcio y el zinc; su déficit está directamente vinculado con una amplia variedad de transtornos tales como la esterilidad, problemas en el crecimiento, úlceras, hipertensión o insuficiencia coronaria, por esto se recomienda la ingesta de líquidos en especial los que contengan electrolitos y/o jugos naturales en los cantimploras o termos.

3. Azúcar

Existe una tendencia a dar caramelos, dulces, gaseosas, chocolates, a los trabajadores de emergencia, con la falsa creencia que esto ayuda a reponer energías. La reacción al stress, libera el azúcar que normalmente se encuentra almacenada en el hígado bajo la forma de glucógeno. Simultáneamente, la adrenalina segregada inhibe la producción de insulina, por este motivo se recomienda alimentos bajos en azúcares.

4. Cafeína

La cafeína contenida en el cafe, té, o bebidas de cola, así como el chocolate, tienden a favorecer la respuesta del organismo al stress, inhibiendo el sueño o bloqueando el descanso natural del organismo agotado por el esfuerzo permanente, sin embargo es muy popular repartir café en las campañías de bomberos o en las zonas de emergencia como forma de "calentar el cuerpo".

5. Grasas

El stress prolongado no solamente tiende a provocar la acumulación de azúcar, sino también de colesterol en la sangre, por la liberación de los ácidos grasos libres almacenados en el organismo, en tal sentido una alimentación alta en grasas como el pollo broaster, pollo a la brasa, papas fritas, etc. sólo contribuyen al aumento del colesterol en la sangre.

6. Alimento abundante

Recuerde que en una situación de stress la digestión se hace lenta por la redistribución de la sangre a favor de los músculos y del cerebro, por lo consiguiente una comida difícil de digerir o abundante puede traer problemas de indigestión y malestar entre el personal de los equipos de respuesta que deben retornar al trabajo de emergencia.

7. Alimentación Balanceada

a.Se recomienda la sustitución de dulces, caramelos por frutas.
b.Sustituir café, té, chocolate por agua mineral, jugo de frutas y/o leche, sales hidratantes y electrolitos por vía oral.
c.Proveer suplementos vitamínicos y de minerales.
d.Proveer una alimentación alta en energía no precebile como la fruta seca, avellanas, granos, nueces, cantidad apropiada de fibra alimentaria (50 gramos por día).
e.Reducción de la absorción del colesterol, reemplazando las grasas animales saturadas por grasas vegetales insaturadas.

B. ACTIVIDAD FISICA11

1.La actividad física quema las subproductos de la reacción del stress, los cuales de otro modo, podrías ser nocivos. Los productos inutilizados como azúcares y grasas contribuyen a la aparición de procesos degenerativos, tales como las enfermedades cardiovasculares, la úlcera.
2.Otros productos surgidos por la reacción del stress como la noradrenalina, nos vuelve altamente vulnerables con respecto a las emociones negativas, como el miedo y la cólera, si esas sustancias no son empleados en una actividad física, pueden causar trastornos en las relaciones interpersonales.
3.El aparato respiratorio y el corazón reaccionan al ejercicio de manera sintrópica, vale decir que se vuelven más fuertes y más eficaces, cuando son empleados de manera apropiada.
4.Practicado como medida preventiva contra el stress, el ejercicio físico exige cierta regularidad, 30 minutos tres veces por semana, aportan efectos beneficiosos.

C. SALUD MENTAL

1.El principal objetivo inmediato con los trabajadores de los equipos de respuesta que participan en un desastre o se ven involucrados en un incidente crítico en stress es el de minimizar la severidad y duración del trauma emocional.
2.Se debe permitir la expresión de sus emociones y ayudarlos a entender y comprender sus sentimientos y los efectos psicológicos que puedan aparecer algunas semanas después.
3.Existen técnicas de desmovilización psicológica que se orientan a los objetivos planteados líneas arriba y se conoce como "Debriefing", el cual puede ser espontáneo o dirigido, esta acción la puede realizar personal entrenado pero de preferencia por psicólogos, previamente capacitados.
4.Con la finalidad de evitar la fatiga emocional, y la aparición de errores por parte de los equipos de respuesta en situaciones de desastre se sugiere el siguiente horario de trabajo: 12 horas de trabajo por 12 de descanso, durante la primera semana. Posteriormente 5 días de trabajo por un día libre y en condiciones extremas de alto riesgo 2 horas de trabajo por 15 minutos de descanso.
5.El "Debrifing" debe de ser aplicado inmediatamente después de una situación de incidente crítico en stress, se pueden realizar mini debrifing, en los intervalos de descanso.
6.Después de una semana se debe de realizar un seguimiento y reunión con el equipo para evaluar su readaptación a la rutina laboral y familiar.
7.El Debrifing no es una reunión de crítica ni de poses de dureza emocional sino es más bien una oportunidad en la cual el trabajador del equipo de respuesta puede expresar sus emociones y sentimientos, y ser comprendido, manifiesta sus síntomas físicos y psicológicos que puede estar sintiendo aprende a reconocerlos como reacciones esperadas en estas circunstancias y se prepara para reintegrarse a la rutina diaria.
8.Al término de una emergencia que a significado situaciones de alto riesgo o peligro para los equipos de respuesta, o a demandado gran agotamiento de éstos equipos, se recomienda al retorno a la base una breve sesión de "Desmovilización" (defusing), el cual se aplica el mismo día y en forma inmediata, no requiere la presencia de un profesional psicólogo, y permite la ayuda a estabilizar la situación y mitigar el impacto, bajo la consigna nadie debe de regresar a sus hogares o labores acostumbradas sin antes haber pasado por esta actividad.
9.El "defusing" debe realizarse en forma inmediata y antes de realizar cualquier otra tarea de limpieza o arreglo personal, no es una sesión de critica, más bien de comentario y desfogue emocional, puede durar minutos u horas, los miembros del equipo se sientan en circulo y en intimidad, tiene una fase de introducción en la cual se indica lo que se va a realizar, una de exploración de las emociones y otra de información sobre lo esperado en situaciones de stress, y su carácter pasajero.

D. SOPORTE PSICOSOCIAL12


1. Bourne (Neurofisiólogo-USA) que realizó trabajos en Viet-nam, manifiesta que aún en situaciones muy peligrosos, si el individuo siente que cuenta con el apoyo del grupo, tiene la noción de que domina la situación y siente que desempeña una función social muy importante, quedará protegido contra los efectos negativos del Stress.

Es decir, existen ciertos factores psicosociales que protegen al individuo de los efectos dañinos del stress, así este se encuentre en circunstancias extremadamente peligrosas y esto tienen que ver con el grado de camaradería, compañerismo e integración del grupo del cual forma parte, de la confianza que tiene en sus conocimientos técnicos y el dominio que le permiten estas habilidades y conocimientos para poder manejar y dominar las situaciones por complejas que éstas sean, y por último del grado de convencimiento de que está realizando una misión muy importante y apreciada socialmente, contribuyendo a aliviar el dolor, el sufrimiento y a salvar vidas humanas.

2. Rof Carballo (Neurofisiólogo español) manifiesta que un sujeto expuesto de caer en una situación de stress, si cuenta con una confiada relación con un confidente, o si tiene alguna persona que lo apoye o si tiene un respaldo afectivo de amistad, amor; quedará protegido de los efectos negativos del stress.

Rof Carballo, presenta un enfoque diferente al anterior, el prioriza el respaldo afectivo como protección al stress, en esto se respaldan algunos trabajos que indican que las personas solas, sin pareja se encuentran en desventaja frente a los casados o los que tienen pareja, cuando sufren el impacto de un incidente crítico en stress, de lo que se deduce que es de vital importancia que en las Instituciones que forman parte de los equipos de respuesta, se promuevan y fortalezcan los lazos de unión entre los diversos grupos familiares de cada uno de sus integrantes a través de reuniones de confraternidad que permitan conocerse y ayudarse mutuamente cuando el caso lo requiera para disminuir el impacto emocional de un incidente crítico en stress, y que les proporcionen la comprensión necesaria a su retorno al hogar, después de haber participado en un desastre.

3. Los grupos familiares deben de conocer las reacciones psicológicas del stress post-traumático afín de poder identificar los síntomas oportunamente, comprenderlos, y solicitar la ayuda correspondiente.

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VII. RECOMENDACIONES PARA LOS JEFES13


1.Durante la fase de alarma proporcione al trabajador toda la información posible sobre lo acontecido, utilizando para tal fin cualquier medio de comunicación o en una reunión previa con el personal que ha llegado con la finalidad de ir preparándolos emocionalmente.
2.Proceder a dar información a los Equipos sobre el estado de sus familiares y su localización.
3.Tener siempre presente que la identificación e intervención ante las reacciones del stress-trauma, revise y recuerde los múltiples síntomas indicando su efecto decreciente.
4.Haga uso de la asistencia psicológica en el campo operativo y téngalo en cuenta en sus planes de trabajo, el equipo de psicólogos pueden observar el funcionamiento de los trabajadores, dar soporte a estos y avisar a los Oficiales del Comando sobre el nivel de fatiga, así como de las reacciones de frustración o de fracaso (Mitchell 1983).
5.Procurar la rotación de los trabajadores para evitar la exposición prolongada a las situaciones de gran stress (tareas de triage, morgue provisional, etc.), a fin de evitar el quebrantamiento emocional, use personal de soporte emocional.
6.Recuerde que la habilidad del trabajador disminuye por la fatiga y se comienzan a cometer errores que pueden ser fatales.
7.Permita que se hable sobre sentimientos, no los censure y motive su surgimiento.
8.Recuerde que el regreso al trabajo y a la vida familiar puede ser difícil después de un desastre o incidente crítico.
9.El reconocimiento público y oportuno por el esfuerzo desplegado es muy importante para mantener la autoestima y la autoconfianza, en los equipos.
10.A fin de evitar el quebrantamiento de los trabajadores tenga en cuenta lo siguiente:

a.Facilidades de servicios higiénicos
b.Comidas y bebidas apropiadas y oportunas
c.Proteja el agua y la comida, a fin de evitar su contaminación.
d.Ubicar y proporcionar un lugar donde descansar, lejos de la escena.
e.Establezca horarios de trabajo
f.De oportunidad para que se expresen sentimientos.
g.No permita que ningún efectivo retorne a su rutina diaria sin antes haber pasado por una "desmovilización" psicológica.
h.En caso de que algún integrante de los equipos de respuesta sufra una herida debe ser atendido y evacuado inmediatamente por que su ocurrencia tiende a desmoralizar al resto de los integrantes.
11.En caso de Incidente Crítico que involucre a un efectivo de los equipos de respuesta, evite lo antes posible que la familia se entere por la prensa, tenga un equipo de soporte en crisis conformado de antemano que tiene que estar integrado por un psicólogo emergencista, el jefe de personal, compañero más próximo al accidentado y/o jefe inmediato superior; se le debe proporcionar todas las facilidades de movilidad y de compañía a los familiares, indicándoles cual es el procedimiento a seguir.

http://api.ning.com/files/GIIRtO5vlQX3cyPGFmxwIt0b4EG0cuEuGTvJe2VvjR7DaucQN0ck80MFdyf*QDFnXsCqacs4UtCd4mb2h6WZTdeU2zdS49WN/saludmentalequiposdeprimerarespuesta.htm

miércoles, 23 de octubre de 2013

reacciones en adultos y ancianos en situaciones de desastres

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1988) también
había señalado que “Toda persona tiene derecho a la protección
especial durante su ancianidad”. Los Estados se comprometen a adoptar
de manera progresiva las medidas necesarias a fin de llevar este
derecho a la práctica, proporcionar instalaciones adecuadas, así como
alimentación y atención médica especializada a las personas de edad
avanzada que carezcan de ella.
Otros documentos importantes sobre la protección de las personas
mayores se encuentran en Naciones Unidas, en la Primera Asamblea
Mundial sobre Envejecimiento, realizada en el año 1982, y la Segunda
Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, del año 2002, en Madrid,
en la que se reconoce el rol de las familias para brindar cuidados a las
personas
de edad.
La Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, de 2002,
realizó la Declaración Política y Plan de Acción Internacional en la que
clarifica tres direcciones fundamentales: a) las personas de edad y el
desarrollo; b) la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, y c)
los logros de entornos emancipadores. Señalan que el potencial de las
personas
de edad es una sólida base para el desarrollo futuro ya que permite
a la sociedad recurrir cada vez más a las competencias, la experiencia
y su sabiduría. Las expectativas de las personas de edad y las
necesidades económicas de la sociedad exigen que las personas de edad
puedan participar en la vida económica, política, social y cultural de
sus sociedades. Paralelamente destacan la responsabilidad primordial
de los gobiernos de promover y prestar servicios básicos o de facilitar
el acceso a ellos, teniendo presentes las necesidades específicas de las
personas de edad. Reconocen la necesidad de conseguir progresivamente
la plena realización del derecho de todas las personas a disfrutar
del grado máximo de salud física y mental que se pueda lograr;
también reconocen lo importante que es la función de las familias, los
voluntarios, las comunidades, las organizaciones de personas de edad
y otras organizaciones de base comunitaria para prestar a las personas
de edad apoyo y cuidados. Asimismo, la importancia de brindar oportunidades
de empleo a todas las personas de edad que deseen trabajar y
puedan hacerlo; elaborar programas para las personas de edad que viven
44 comisión nacional de los derechos humanos
en zonas rurales; integración de los inmigrantes de edad avanzada en
sus nuevas comunidades; fortalecer la solidaridad intergeneracional,
y el apoyo mutuo como elemento clave del desarrollo social, luchar y
erradicar la pobreza de las personas de edad, para que dispongan de una
protección económica y social suficiente en la vejez.
El documento puntualiza la asistencia en situaciones de emergencia,
tales como los desastres naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria;
igualdad de acceso de las personas a los alimentos, la vivienda
y la atención médica, ayudar a las personas de edad, y que se
encuentran en situaciones de conflicto armado, ocupación extranjera
o de desplazamientos internos.
El documento de Naciones Unidas denuncia el abandono, maltrato
y violencia contra las personas de edad, que pueden adoptar muchas
formas, entre ellas, física, psicológica, emocional, financiera, y que se
producen en todas las esferas sociales, económicas, étnicas y geográficas.
El proceso de envejecimiento entraña la reducción de la capacidad
de recuperarse, por lo que las personas de edad que han sido víctimas
de malos tratos pueden no llegar a recobrarse nunca, física o emocionalmente
de la experiencia sufrida. El efecto de la experiencia traumática,
señala el documento, puede verse agravado por el hecho de que
la vergüenza y el miedo producen una renuencia a pedir ayuda. Por
ello, es necesario sensibilizar a los profesionales y al público en general
sobre
la cuestión de los abusos contra las personas de edad. El documento
promueve la creación de servicios de apoyo para atender los casos
de
abuso y maltrato contra las personas de edad.
Es importante también destacar otros documentos de derechos humanos,
como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948);
la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (1969); la
Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
y Degradantes (1987), y la Convención Internacional sobre la
Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y
sus Familias (1990).
La Organización Mundial de la Salud (2003), en su Declaración
para la Prevención del Maltrato de las Personas Mayores (Declaración
de Toronto) señala que “el maltrato es la acción única o repetida, o
la falta de respuesta apropiada que ocurre dentro de cualquier relación
donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o
angustia a una persona anciana”.
colección multidisciplinaria sobre víctimas del delito 45
El daño, señala el documento, puede ser de varios tipos: físico, psicológico,
emocional, sexual, financiero o simplemente reflejar un acto
de negligencia intencional o por omisión.
La Declaración de Toronto expresa que el maltrato de las personas
mayores es un problema global que ha sido reconocido sólo recientemente.
Por ello es fundamental una perspectiva cultural para comprender
en profundidad el fenómeno del maltrato a los ancianos, es
decir, el contexto cultural en la comunidad particular en la que ocurre.
La Declaración añade que en cualquier sociedad algunos grupos de la
población son particularmente vulnerables al maltrato y abuso de las
personas mayores, como los muy ancianos, los que sufren discapacidades
funcionales, las mujeres y los pobres.
En Victimología, los documentos de Naciones Unidas: Los Principios
Fundamentales de Justicia para las Víctimas del Delito y Abuso
del Poder (1985), así como El Manual de Justicia sobre Uso y Aplicación
de la Declaración de Principios Básicos de Justicia para las Víctimas
del Delito y del Abuso del Poder (1996), han permitido avances
importantes en el respeto, comprensión y asistencia a víctimas; en lo
jurídico, modificaciones en los Códigos de Proceso Penal y Código Penal.
En México, la inclusión de la víctima en la Constitución Nacional
que marca una consideración y modelo a seguir por los países latinoamericanos.
Las Naciones Unidas expresa, en Los Principios Fundamentales de
Justicia para las Víctimas del Delito, la necesidad del reconocimiento
y el respeto universal y efectivo de los derechos de las víctimas y del
abuso del poder. Basados en los Documentos Fundamentales de Derechos
Humanos, el documento reitera el acceso de las víctimas a la
justicia, el trato justo y el respeto por su dignidad. “Tendrán derecho
al acceso a los mecanismos de la justicia y a una pronta reparación del
daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional”.
Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y administrativos
a las necesidades de las víctimas a través de:
a. Información a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo
cronológico y la marcha de las actuaciones, así como la decisión
de sus causas, especialmente cuando se trate de delitos graves.
b. Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas
sean presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones.
46 comisión nacional de los derechos humanos
c. Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el
proceso judicial.
d. Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las
víctimas, proteger su intimidad, garantizar su seguridad, así como
la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo
acto de intimidación y represalia..
e. Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas. El
documento recomienda no sólo el resarcimiento a las víctimas
por los daños o pérdidas sufridas sino también la indemnización
a las víctimas de delitos que hayan sufrido importantes lesiones
corporales o menoscabo de su salud física o mental como consecuencia
de delitos graves. Asimismo, a la familia, en particular
a las personas a cargo de las víctimas que hayan muerto o hayan
quedado física o mentalmente discapacitada como consecuencia
de la victimización.
El documento señala claramente la vinculación entre acceso a la
justicia y asistencia social, al referirse a que las víctimas recibirán la asistencia
material, médica, psicológica y social que sea necesaria, así como
la reparación por el daño ocasionado.
El Manual de Justicia sobre Uso y Aplicación de la Declaración de
Principios Básicos de Justicia para Víctimas de Delito y Abuso de Poder,
de Naciones Unidas, completa las Recomendaciones referentes a
los programas de asistencia a víctimas del delito, que constituyen una
guía valiosa para los profesionales y marca una nueva y trascendente
etapa en la consideración y respeto a todas las víctimas.

http://200.33.14.34:1010/novedades/2013/coleccionMultidisciplinariaVictimas_vol2.pdf#page=41


Las personas expuestas a situaciones tales como daño físico ,haber quedado atrapado ,haber observado la destrucción en la comunidad ,ser arrastrado por corrientes de agua ,ser testigo de muertes, sufrir grandes perdidas,etc.,pueden experimentar sentimientos ,ideas y sensaciones corporales como miedo ,angustia ,pena ,aflicción ,tristeza ,desesperanza, etc.

En el caso de las catástrofes, el miedo no es tanto un clima emocional ,cuando una reacción colectiva episódica ,pero la gente tiene que aprender a manejarla .Además ,la probabilidad que el hecho se repita ,generalmente ,produce mas temor en los sobrevivientes.

Cada persona vive y le da un significado diferente a las experiencias por las que ha atravesado. Patrones sociales y culturales determinan que los hombres y mujeres reaccionan de manera diferente, los hombres tienden a reprimir y guardar las emociones dolorosas así como sus sentimientos de angustia y miedo , les resulta difícil hablar ya que si lo hacen lo interpretan como una debilidad , las mujeres tienden a comunicarse más fácilmente ,a expresar sus temores y ansiedades ,así como buscar apoyo ,comprensión para si misma y sus hijos.

Es necesario también tener en cuenta las características propias del adulto mayor. En algunas culturas los ancianos son fuente de experiencia y sabiduría y son la memoria histórica de como las poblaciones, a lo largo de tiempo, han afrontado situaciones criticas, poseen un sentido de identidad , arraigo, así como de pertenencia y preservación de la cultura. Suelen ser un eje unificador al interior de la familia y la comunidad. Son personas que tienen conocimientos sobre métodos tradicionales de curación, apoyan, contienen y dan seguridad a los niños. Los ancianos transmiten experiencias a tra vez de historias, cuentos y canciones, estas generalmente llevan un mensaje positivo de afrontamiento de las situaciones difíciles.